Me he demorado en escribir y escribirle al jugador con más logros deportivos que ha pasado por mis manos. Un jugador de tenis que refleja todo su fuego interno en los entrenamientos, en el gimnasio, en la cancha, en los partidos, en cada punto, en cada conversación… pero cada vez más me convenzo que las condiciones iniciales de la que parten los jugadores serán sumamente importantes en el resultado final, y nosotros los profesores y entrenadores somos una pequeña parte. Algún prestigioso entrenador alguna vez dijo: “… lo mejor que tiene que tener un entrenador, es saber elegir bien al jugador…”
Por eso esta vez voy a escribir acerca de esto y recordar algo que alguna vez escribí: “Muchas son las personas que influyeron en Charlie, muchos los que tuvieron que ver en la formación de Charlie como tenista, El Pollo, El Átomo Guillermo Fernández, Gustavo Armendáriz, Marcelo Castro, Mariana Pérez Roldan, Guillermo y Raúl Pérez Roldan, Cipriano Calvo, el Tano Salvatti, Claudio Sosa, Oki Rodríguez y el negro Suárez, el Chino Jorge Gerosi, Francisco Yunis, Fabián Blengino, Leo Alonso, Waly Grinovero, Mariano Hood, Daniel Orsanic, etc.
Muchas otras cosas influyeron en su desarrollo. La cercanía a las canchas rápidas de Atlético, el frontón, el grupo de compañeros de todas las escuelas de tenis en donde estuvo, un circuito local competitivo que le ayudó a jugar muchos partidos de chico, un circuito regional y nacional que lo proyectó, un medio competitivo como el de Argentina, un circuito Top Serv que le ayudo a jugar mientras entrenaba, sus rivales, los patrocinadores, las giras de menores por Sudamérica y Europa, los futuros en México, Chile, Bolivia, etc., las giras profesionales por Europa.
Muchos que no se ven diariamente e hicieron su aporte, Hugo González, Pedro Correa, Mariano Chiavaro… Carlos, su papá que siempre estuvo, llevándolo, trayéndolo, consiguiendo los viajes con tremendo esfuerzo! Y las mujeres de su vida, Esther, Mara, Florencia, Fernanda y Noel, su espejo, su alma y su corazón. Y por supuesto sus hijos, Stefi y Agustín.
Con tanta gente, con tanta cosa, imagínense el pequeño pedacito que nos toca a cada uno…”
Fuiste un desmedido orgullo para mí. Me ufané hablando de ti muchas veces. Pero has elegido el retiro, empieza una nueva etapa. Seguro que será intensa, fuerte. Con el alma y corazón, como todo lo que haces. Ahora seremos colegas. Seguramente serás muy bueno en esto. Mejor que yo. Pero a pesar de todos los que fuimos y de lo que serás como entrenador, siempre te pensaré como MI ALUMNO.
